Los aficionados están invitados a contemplar la -para nosotros- estética simetría que se produjo entre las jugadas 34 a 39 de la siguiente partida clásica:
Alexánder Alekhine - José Raúl Capablanca Graupera
4ª partida del match, Buenos Aires, 23.09.1927
1.d4 Cf6 2.c4 e6 3.Cc3 d5 4.Ag5 Ae7 5.e3 0-0 6.Cf3 Cbd7 7.Tc1 c6 8.a3 a6 9.Dc2 Te8 10.Ad3 h6 11.Af4 dxc4 12.Axc4 b5 13.Aa2 Ab7 14.0-0 c5 15.dxc5 Cxc5 16.Tfd1 Db6 17.Ae5 Tac8 18.De2 Cce4 19.Ad4 Ac5 20.Cxe4 Axd4 21.Cxd4 Axe4 22.Ab1 Txc1 23.Txc1 Axb1 24.Txb1 Tc8 25.De1 Dc7 26.h3 Ce4 27.Ce2 De5 28.Tc1 Txc1 29.Dxc1 Dc5 30.Dxc5 Cxc5 31.Cd4 Rf8 32.b4 Ca4 33.Rf1 Cb6 34.Cb3
34...Cc4 35.Cc5
35...Cxa3 36.Cxa6
36...Re7 37.Re2
37...Rd6 38.Rd3
38...Cc4 39.Cc5
39...f5 40.Rc3 Rd5 41.Ca6 Rd6 42.Cc5 Cb6 43.Cd3 e5 44.Rb3 Cc4 45.Rc3 Rd5 46.Cc5 Cd6 47.Rd3 g5 48.Ca6 e4+ 49.Rc3 Rc6 ½-½
Hacemos notar que en el libro Match por el título mundial Capablanca-Alekhine (Buenos Aires, 1978), página 54, se caracterizó la posición tras la jugada 34 de las blancas como "Perfecta simetría que hace entrever la anulación del juego". Por su duración y por suceder en una fase avanzada de la partida, la secuencia nos parece única en la historia de los Campeonatos del Mundo.
Se anima a los lectores a remitir ejemplos similares, acontecidos en cualquier ocasión.