domingo, 6 de octubre de 2013

ENTREVISTA A MIHAI SUBA (II)



II

Maestro Suba, prosigamos la entrevista. Usted ha representado a su país de origen, Rumanía, en numerosas ocasiones, incluyendo varias Olimpiadas. ¿Cómo vivió esos acontecimientos deportivos de primer orden?
Es muy emocionante jugar por tu país, y más con la responsabilidad del primer tablero. Conocer a los mejores jugadores del Planeta también es gratificante.

Y de los jugadores de su país, ¿de quién conserva mejor recuerdo?
Sergiu Grünberg, Constantin Ionescu, Valentin Stoica, Mihai Ghinda y de casi todos.

¿Cuál considera el mejor resultado de su carrera ajedrecística? ¿Y el resultado que más le satisfizo?
El mejor puede ser mi tercer puesto en el Interzonal de Las Palmas, 1982. En cuanto al más satisfactorio, creo que hay más de uno. Por ejemplo, quise jugar el Magistral de Dortmund en 1982, me dijeron que tenía un ELO muy bajo, pero que si ganaba el Open me clasificaría para el Magistral del siguiente año. Así que gané los dos. En dos torneos que jugué en la URSS, en la jaula de los leones, quedé tercero: el Memorial Keres de Tallin y un torneo en Moscú. El de Moscú tuvo algo especial: venía de Israel en febrero con una diferencia de temperatura de más de 40ºC; me gripé enseguida y empecé con 0 de 4. Luego me recuperé y terminé 3º, a solo medio punto de los ganadores. Posiblemente 1982-1983 fueron mis mejores años.

No ha mencionado usted su triunfo en el campeonato mundial de veteranos. También esto habría que mencionarlo, ¿no le parece? Al fin y al cabo, no todo el mundo llega a campeón mundial, en cualquiera de las modalidades del ajedrez...
Bueno, eso tiene un valor relativo, entre "abuelitos", aunque gané el mundial de veteranos en 2008 y el europeo en 2011.

Leyendo las propias declaraciones de varios campeones, advertimos que han seguido la senda de otros jugadores del pasado, que influyeron mucho en su estilo de juego y "guiaron", en cierta forma, su misma existencia. Petrosián, por ejemplo, se confesaba ferviente admirador de Capablanca y de Nimzowitsch. A Kárpov le gustaba mucho desde bien joven Capablanca, con quien se le suele identificar; Kaspárov prefería a Alekhine. Siempre teniendo en cuenta que cada jugador es un mundo en sí mismo, tiene su propia personalidad y no es, ni mucho menos, una mera copia de otro. ¿Con quién de los grandes del pasado se identifica usted más? ¿Quizá con el filósofo-matemático Emanuel Lasker?
No me identifico con ninguno, realmente. Yo empecé en el ajedrez tarde. Petrosián explicaba la hegemonía soviética en ajedrez, que duró más de 50 años, por las 7 ediciones de Mi Sistema. Sin embargo, Botvínnik prefería los Fundamentos de Capablanca.

Ya que acabamos de mencionar a Lasker, sabrá usted que su libro filosófico Lucha fue traducido no hace tanto al español por el desaparecido maestro internacional Ricardo Calvo. ¿Qué le parece esa obra y su pensamiento?
Resulta difícil de leer. El escrito de Lasker es un modelo matemático, y tiene poco que ver con el ajedrez. Sin embargo, hay que reconocer que Lasker fue un matemático muy bueno, envidiado por ello por su amigo Albert Einstein.

Sí, Lasker criticó la Teoría de la Relatividad y discutía con su autor sobre el tema; más tarde, en el Prólogo a ese libro, una vez fallecido Lasker, Einstein quiso refutar públicamente esas críticas. Hubiera sido interesante ver la contrarréplica del viejo campeón... Pero pasemos a otra pregunta, en relación con todo ello. Aparte de las Matemáticas, ¿le ha interesado a usted la Filosofía?
Sí. Conocí a Schopenhauer desde niño. Este pensador alemán hacía filosofía por placer y no estaba integrado en ningún sistema oficial; construyó su pensamiento a base de la "voluntad de vivir" de Spinoza. Hegel, que se considera uno de los grandes, era un representante oficial del expansionismo prusiano. Por esto dos de sus admiradores, Marx y Nietzsche, tomaron posiciones muy radicales, y las consecuencias son de todos conocidas. Personalmente prefiero a los antiguos: Platón, Aristóteles... Una parte de la filosofía se reconoce en la lógica matemática. Me gustan, sobre todo, los fundamentos de la lógica (Bertrand Russell, etc.).
  
¿Qué opinión le merece el sistema de evaluación Elo y el problema de su actual inflación?
El Elo se introdujo en 1971, con bases bastante arbitrarias. Inicialmente, el Elo internacional no podía ser menor de 2200 puntos. A los jugadores que entraban en su primer torneo internacional se les asignaba 2200; si cumplían la performance, se quedaban en las listas, si no quedaban fuera y tenían que intentarlo de nuevo. De esta forma, en el sistema se iba sumando y se acumulaba un Elo redundante. Luego se introdujo el Elo en los torneos nacionales, partiendo de los que ya tenían. Después la FIDE "regaló" a todas las jugadoras 100 puntos, para equipararlas con los hombres. Y poco a poco se hicieron ajustes en el cálculo que también influyeron. Es conocido el caso del jugador rumano que llegó a 2600 cuando no jugaba ni 2300. También depende de los torneos que se jueguen, del número de partidas con blancas, etc. Debería haber un ajuste para el color. Por ejemplo, Kárpov y Kaspárov jugaban en competiciones por equipos mucho más con blancas (ellos decidían cuándo descansar). A todo ello hay que sumar la “ligereza” de algunos árbitros, etc. En resumen, el Elo actual está bastante falseado y normalmente debería servir solo para una evaluación aproximada. Como dijo Larsen en su tiempo, “el Elo destruirá el juego”. Por cierto, aún existe la web Chessmetrics donde han calculado el Elo y las performances de los clásicos, considerando la inflación, y es muy interesante.

Hablemos ahora un poco de sus obras. Usted ha escrito varios libros especializados. ¿De cuál se siente más satisfecho?
Sin duda de Dynamic Chess Strategy (Estrategia Dinámica en Ajedrez), porque define mi credo intuitivo posicional. Los otros lo siguen. Por ejemplo, un crítico denominó a mi obra El sacrificio posicional como "Dynamic... 2". Fue un clarividente, porque el sacrificio intuitivo es parte de una visión dinámica.

Pero ese primer libro suyo, tan apreciado por la crítica, nunca se tradujo al español. ¿Lo veremos pronto en su versión española, en papel?
Sí, está programado por la editorial Chessy para este otoño.

Buena noticia, lo celebro. Estaremos bien atentos. Por cierto, usted también ha escrito sobre teoría de aperturas, ¿no es cierto?
Sí, como comenté antes, hasta llegué a colaborar en la famosa ECO yugoslava en su momento. También publiqué diversos artículos teóricos en revistas, y un libro sobre El Erizo (The Hedgehog) que me publicó la editorial Batsford en el año 2000.

Ese libro tuvo ciertas críticas sobre la organización del material, los índices, y otros aspectos formales...
Algunos críticos deberían leer, al menos, la introducción a las obras que reseñan. Verían entonces que se trata de un manual sobre el Erizo hecho con mucho cariño, que su organización es interna -que yo considero como la más adecuada-, y que no es un libro de referencia de aperturas tipo Chessbase, Informator o NIC. Para eso tienen un libro más reciente, el de Shípov, donde encontrarán mucho material para todos los gustos. Yo solo pensé en ofrecer al lector cómo entender esta apertura y ánimo para practicarla, y aunque contenga bastantes consejos para las blancas se nota en él la tendencia de apoyar al negro.

Maestro, hablando de libros, ¿hubo alguno que le marcara particularmente en su evolución como ajedrecista?
Sí, el que ya mencioné escrito por Panov, 300 partidas selectas de Alekhine.

Y aparte de sus propios libros, por lo demás altamente recomendables, ¿qué otros recomendaría usted a un jugador que quiera progresar, por ejemplo?
Los de Alekhine, Botvínnik, Bronstein...

Autores de altura... Bien, dejando aparte la propiamente ajedrecística, ¿qué tipo de literatura le atrae especialmente?
Mis gustos han variado mucho con la edad: poesía, teatro, aventuras, novela seria. Últimamente, lo que más me gusta es la novela histórica. Con pocas excepciones me gusta lo que está bien considerado, no soy muy original en ese aspecto.

¿Y el cine y la música, le interesan?
Sí, pero como alguien dijo una vez: "los clásicos nos han robado todas las ideas". Pero tal vez esto no sea válido en ajedrez, donde todavía no se ha alcanzado el techo.

¿Nos puede decir algún "secreto" para mejorar en ajedrez? ¿Existen "fórmulas mágicas"?
¡Si yo lo supiera! El 90 por ciento es memoria y trabajo; el 10% restante hay que verlo caso a caso. No hay "fórmulas mágicas". Hay quien destaca en imaginación, otros en velocidad de cálculo, otros en una intuición "educada", etc.

¿Se aventura a dar un pronóstico para el próximo match por el campeonato del mundo, Anand-Carlsen?
La estrella de Carlsen está ahora ciertamente en su apogeo. No sé si a Anand le quedan suficientes recursos de energía y motivación, en ese caso sería muy interesante e imprevisible el resultado.

Maestro, ¿a qué proyectos se dedica usted ahora?
Continuaré jugando los campeonatos de veteranos, cada vez que me ayuden o me lo pueda permitir. Me estoy preparando para el inminente mundial de veteranos, en Opatija (Croacia). En cuanto a publicaciones, tengo en la cabeza el plan de continuar un trabajo sobre finales complejos, con material tomado de los Campeonatos del Mundo, o como mínimo de los Torneos de Candidatos, finales que cambiaron o podían haber cambiado la historia del ajedrez. Un libro serio sobre finales se echa en falta, ahora que todos buscan soluciones "mágicas" en las aperturas. Pienso que hay que educar un poco a los lectores; los libros que más se venden son del tipo "gane con (o contra) el gambito de rey" y cosas por el estilo.

Hablemos por último de su faceta de entrenador-profesor. Usted tiene cierta fama de haber hecho mejorar rápidamente a muchos de sus alumnos, que han obtenido buenos resultados competitivos en adelante. ¿Sigue preparando a jóvenes promesas en la actualidad?
Sí. Doy clases presenciales, y también por internet.

¿Hay alguna forma de contactar con usted para recibir clases, o realizar otras actividades?
Pueden escribirme a mi correo, gmsuba@gmail.com. También estoy abierto a impartir clases en grupo, colegios, sesiones de entrenamiento, matches individuales, simultáneas, etc.

Muchas gracias por dedicarnos su tiempo, Mihai. Entre sus virtudes no mencionó usted la paciencia, que como buen estratega sin duda domina también en alto grado. Ha sido un placer compartir con usted este momento, y le deseamos muchos éxitos en el futuro, dentro y fuera del tablero.