El Ajedrez y en concreto uno de sus aspectos, la lucha entre el hombre y la máquina y sus consecuencias, ha llegado a ser extremadamente popular en la sociedad y en los medios de comunicación, e incluso ha trascendido a los manuales universitarios actualmente en vigencia, lo que puede comprobarse, por ejemplo, en citas como la siguiente:
(...) Por fin, tendríamos la humillación estructuralista, continuada o prolongada en la más reciente humillación informática, por la cual estamos viendo en las últimas décadas que debemos pensarnos desde la imagen de un ordenador, que nos convierte en una suma de redes neurales en las que circulan productos químicos, como por el ordenador circulan electrones, y un programa que se le da por la cultura. ¿No supone una tremenda humillación enfrentarse, por ejemplo, en ajedrez a un miniordenador y tener la seguridad de que perderemos la mayor parte de las veces? En todo caso si ya Lévi-Strauss había dicho que somos cosas entre las cosas, la moderna y reciente ciencia de los ordenadores o computadores es la mejor prueba de la afirmación de Lévi-Strauss. (...)
(...) Por fin, tendríamos la humillación estructuralista, continuada o prolongada en la más reciente humillación informática, por la cual estamos viendo en las últimas décadas que debemos pensarnos desde la imagen de un ordenador, que nos convierte en una suma de redes neurales en las que circulan productos químicos, como por el ordenador circulan electrones, y un programa que se le da por la cultura. ¿No supone una tremenda humillación enfrentarse, por ejemplo, en ajedrez a un miniordenador y tener la seguridad de que perderemos la mayor parte de las veces? En todo caso si ya Lévi-Strauss había dicho que somos cosas entre las cosas, la moderna y reciente ciencia de los ordenadores o computadores es la mejor prueba de la afirmación de Lévi-Strauss. (...)
Fuente: San Martín Sala, Javier: Antropología Filosófica I. Madrid, UNED, 2013, página 71.
