Dos preguntas a Garri Kaspárov de dos buenos amigos de Escacultura:
1. De Romelio Milián González (Cuba):
(Tras la actuación del campeón mundial en el Torneo de Linares 1997, sobre si estaría en condiciones de batir la prolongada estancia de Lasker en el Olimpo):
Kaspárov [con una amplia sonrisa]: El gran Lasker, durante todo ese tiempo, solamente jugó alrededor de 270 partidas, e incluso tuvo recesos que sumaron varios años de inactividad.
Condensado del libro Linares '98. Un torneo para la Historia, de Alfonso Romero Holmes, La Casa del Ajedrez, 1998, página 17.
2. De Eduardo Scala (España):
Scala: ¿No cree usted que el ajedrez, que parece surgir en la India como disciplina de interiorización e instrumento de iluminación, está siendo degradado y envilecido por un exceso de competitividad?
Kaspárov: A lo largo de los miles de años de su historia, la humanidad no ha hecho otra cosa que desarrollarse y deteriorarse. Nuestro tiempo, sumido en profundas contradicciones, se caracteriza por la alta tensión, por la lucha para obtener la superioridad en cualquier campo de la actividad humana. En última instancia, la calidad de las partidas de ajedrez sigue progresando, y si a alguien le irrita lo que sucede alrededor del mundo del tablero, le aconsejo que se concentre en el puro ajedrez.
(Presentación de la AGM (Asociación de Grandes Maestros), Hotel Sevilla Sol (Sevilla), 9 de octubre de 1987).
Fuente: El Juzgador de Ajedrez, de Eduardo Scala, Ediciones Árdora, 2014, página 147.