domingo, 18 de septiembre de 2022

LA RESTAURACIÓN DEL PROBLEMA DE AJEDREZ


LA RESTAURACIÓN DEL PROBLEMA DE AJEDREZ

                                       Por José Antonio Coello Alonso


Atendiendo la petición de mi amigo Javier Asturiano de colaborar en su blog, me dispongo a cumplimentar su encargo presentando a sus seguidores una apasionante actividad ajedrecística que tiene sus connotaciones culturales relacionadas con el Problema de Ajedrez.


De todos es sabido que las nuevas tecnologías han afectado de forma considerable en la detección de errores que no fueron descubiertos en su día por los compositores, que solo disponían de sus portentosos talentos para analizar todos los entresijos escondidos en sus complejas composiciones, y no es de extrañar que algunos errores escaparan a sus análisis. Los potentes programas de ajedrez que ahora disponemos analizan en centésimas de segundo todo el contenido de una obra, que a sus autores les costaba muchas horas de investigación, y es comprensible que algunas obras firmadas por muchos de los grandes compositores que nos precedieron, contuvieran escondidas estrategias que afectan a sus acabados, con serios defectos que anulan sus trabajos. En las bases de datos podemos encontrar excelentes problemas arruinados por una escondida doble solución, o una defensa aparentemente inocua que deja insoluble una bella composición.

Rescatar del olvido esos problemas demolidos con la ayuda del programa y una buena dosis de ingenio, es una fascinante actividad que se nos brinda a los amantes del Problema de Ajedrez, que podemos experimentar un extraño placer al descubrir que con ligeros retoques se puede restaurar un problema respetando la idea de su autor despojándola de defectos que no se habrían  producido si hubieran dispuesto de las herramientas tan eficaces con las que ahora contamos sus sucesores.

En mi corta experiencia como restaurador he descubierto las posibilidades que se nos ofrecen para arreglar un problema demolido, y la conveniencia de no dar por bueno el primer recurso utilizado aunque el resultado sea el apetecido, ya que en ocasiones podemos dejar escapar otros recursos más ingeniosos, que además de eliminar sus defectos, pueden mejorar el resultado enriqueciendo la obra con alguna defensa añadida, o mayor riqueza de juego virtual, e incluso mejor economía de medios. En los ejemplos que he seleccionado para ilustrar este comentario, he utilizado uno de los recursos más frecuentes al que recurrimos los restauradores, como es la acción de la pieza más modesta, el PEÓN, de quien Philidor dijo que era el alma del ajedrez, y también la mejor ayuda para los restauradores, como veremos en los siguientes ejemplos. Recomiendo al lector que antes de leer los cambios realizados  para corregir el problema, intente arreglarlo con sus propias ideas y compare luego los resultados. Le resultará muy gratificante las posibles coincidencias, y  muy instructivo examinar las diferencias que pueda haber.

    Diag. 1:

    P. SIKLOSI
    Magyar Sakkélet 1953

               # 2                                 7-11

La solución prevista por el autor tiene como clave 1.Dxe6!, que introduce la amenaza 2.Td2#, pero tiene la doble solución 1.Cxh2!? con la amenaza imparable 2.Cf3#. Lo primero que se nos viene a la cabeza es añadir PNg3 que impide la clave de la demolición, pero está claro que es un recurso muy poco ingenioso, que se le ocurre al más neófito de los aficionados. Con un análisis más adecuado, vemos que ese peón se le puede instalar en g5, con la intención de que tras esa clave no deseada, se puede contrarrestar la amenaza jugando 1...g4! con lo que hemos convertido la demolición en una solución engañosa con mayor atractivo. Pero observando la posición vemos que resulta un poco tosca al ver los 8 peones negros con muchas capturas de piezas blancas, y aunque el arreglo es válido y la posición es legal, su imagen deja mucho que desear, por lo que se puede intentar otro recurso que no precise la incorporación del peón y respete no solo la intención del autor sino también conserve su misma economía. Vemos que el Ph2 tiene como misión evitar 1.Tg1? que daría mate en d1, y esa labor la puede hacer también si se le ubica en a2, para responder a esa posibilidad con 1...a1=D!, dejando una posición más natural en la formación de los peones. Ese desplazamiento del peón no es suficiente para arreglar el problema, ya que la demolición persiste, por lo que es preciso desplazar la Tg2 a h2, con lo que el problema queda debidamente corregido con la misma economía y el mismo contenido en su juego real y virtual. Al tercer intento se ha conseguido una restauración muy ingeniosa y respetuosa con la idea del autor. Esta sería su posición corregida:

             Diag. 1-b) Corrección:

     J. A. COELLO

  
              # 2                               7-11

En el diagrama 2 presento otro ejemplo de restauración sin  mucha dificultad de solución para los aficionados que se inician en esta actividad.

   Diag. 2. 

   G. JONKER
   Elk Wat Wils 1947


              # 2                              9-11

Esta atractiva composición resultó demolida por insolubilidad ya que su autor no consideró una elemental defensa que se produce tras la clave 1.Txd5! (2.Dxg5#), amenaza que es detenida por la simple 1...Dg1! No es preciso ser un lince para descubrir que con solo añadir PBg4 queda soluble el problema, manteniéndose intactas todas las defensas y mates previstos. Un arreglo elemental, que solo ha costado la adición de un peón que también podría ser negro. Y esa circunstancia nos hace pensar en la posibilidad de utilizar el mismo peón de g5 para arreglar el problema sin precisar la adición de otro. Para ello analizamos la misión de ese peón y vemos que es un simple tapón que impide el acceso de la dama blanca a h4, tras el intento 1.Cxd5+ - Dxd5; 2.Dh4#, y esa misión la puede hacer el mismo peón si se le sitúa de origen en g4, desde donde intercepta el jaque de la dama blanca en h4 y el control de la dama negra sobre g5. Así quedaría el problema debidamente corregido, y con la misma economía del original:

                Diag. 2-b) Corrección:

    J. A. COELLO

                # 2                              9-11

Y para terminar planteo el diagrama 3, cuya demolición ofrece diversas posibilidades de arreglo, con estrategias realmente espectaculares:

   Diag. 3:

     PETKO A. PETKOV
     Problemas 1964

             # 2                            9-10

El gran compositor búlgaro, asiduo colaborador en nuestra revista Problemas, publicó este trabajo cuando solo contaba 22 años, y ya apuntaba buenas maneras como el tiempo ha demostrado, aunque no es este problema una de las pruebas de su excepcional talento como compositor. La solución que el autor pretendía tiene como clave 1.Dc3!, protegiendo el Ab4, dando libertad al caballo para amenazar 2.Cb6#. Las únicas defensas negras deben capturar la dama permitiendo mates con las torres blancas. Pero una escondida clave de alejamiento de la dama blanca a la casilla g4, amenaza un mate imparable en d7. 

La primera posibilidad de arreglo que se nos ocurre es impedir con el socorrido recurso del peón esos desplazamientos de la dama. Son varias las posibilidades de arreglo que se nos ofrecen, ya que se puede añadir PBg4, o bien un peón de color indiferente en f4 o f5. Un restaurador poco exigente se conformaría con cualquiera de esas posibilidades, y la más indicada parece la incorporación de PBg4, recurso carente de interés e ingenio. Sería más interesante y sorprendente cambiar el color de ese peón para eliminar la demolición. Pero el peón negro que se ubica en g4, no se saca de la caja de sobrantes, sino que utilizamos el que el autor sitúa en g2, con la misión de evitar el jaque al blanco que se produciría en el planteo. La misma labor la puede hacer en g4, y con ello evita la solución 1.Dxg4? que amenaza 2.Dd7# y que puede ser neutralizado con la defensa 1...Ah3!! En este problema se demuestra la incidencia que puede plantearse por la inadecuada ubicación de un modesto peón que tiene encomendada una misión concreta y puede realizar desde distintos puntos. Y existe la posibilidad de ahorrar otro peón negro, con una interesante sutileza derivada de la misma estrategia de evitar el jaque al blanco a cargo del Af1. Observemos que la misión encomendada al Pg7 no es otra que la de proteger al Af6 de ser capturado por la Th6, que amenazaría mate imparable en a6. Pues esa tarea la puede hacer desde la casilla d7, y aunque desde ahí no impide la captura del Af6, sí defiende la amenaza con 1...d6!, y al mismo tiempo está sirviendo de escudo a rey blanco del ataque del alfil, por lo que el Pg2 puede ir a la caja de sobrantes. La doble solución sigue defendida con la misma refutación 1...Ah3!

Ante esta doble posibilidad de arreglo se plantea una duda sobre la correcta elección del recurso, ya que situando el PNd7, se ahorra economía, pero se pierde una estrategia que tal vez el autor consideró plantear, como es el triple intento de solución 1.De3?, 1.De4? y 1.De5? que amenazan 2.De8# y todos pueden ser refutados por 1...Te1!! El dilema se plantea en si se debe dar prioridad a la economía con PNd7, o al mantenimiento del juego virtual, aunque  no tenga ninguna relación con el juego real, situando el PNg4. En este caso he preferido sacrificar la economía y mantener ese triple ensayo de refutación común, pues tal vez estuviera presente en la mente de su autor.

El diagrama corregido quedaría así:

      Diag. 3-b) Corrección:

    J. A. COELLO

            # 2                              9-10

En estos tres ejemplos hemos visto la conveniencia de examinar a fondo todas las posibilidades de arreglo existentes antes de dejar como definitiva  la primera intención, por buena que parezca. Los tres han resultado muy sencillos, pero no siempre se encuentran los recursos adecuados para mantener la idea de los autores, y eliminar los defectos que contienen, ya que algunos problemas ofrecen mucha resistencia a su corrección, que no siempre se consigue, pero de los intentos, siempre se aprenden estrategias muy interesantes y se experimentan sensaciones muy placenteras, aunque no se pueda conseguir el resultado deseado.

Espero que la lectura de este artículo haya resultado instructiva para los lectores, y hayan descubierto en él la belleza que se puede disfrutar con esta actividad artística de rescatar las obras de nuestros antepasados, que por escondidos errores quedaron en el olvido.

José Antonio Coello Alonso

Vitoria-Gasteiz, agosto 2022

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