domingo, 30 de junio de 2013

PREMIO "VON DER LASA"


José Antonio Garzón Roger (Valencia, España) ha remitido un interesante artículo informativo sobre el importante Premio Internacional "Von der Lasa", que agradecemos expresamente y reproducimos con sumo agrado:


 
   José A. Garzón


El Premio Internacional “Von der Lasa”:
la búsqueda del Santo Grial del ajedrez, el incunable de Francesch Vicent

   El 11 de diciembre de 2012 la Librería Anticuaria Rafael Solaz, en pleno centro de Valencia, se había engalanado de forma singular para el acto que iba albergar. En su pórtico se leía “Llibrería de Pere Trincher (siglo XV)”, y ya en su fachada libros antiguos y tableros de ajedrez presagiaban el advenimiento de un gran acontecimiento cultural.

Los impulsores del Premio Internacional "Von der Lasa", en la Librería Anticuaria Rafael Solaz
Foto: Gentileza del diario VLC.Ciudad.com

   Llegaba un momento largamente ansiado, que se había gestado en la Mesa Redonda “Coleccionismo y Bibliofilia en Ajedrez” que integraba el “I Simposio Internacional de Ajedrez Valencia, Cuna del Ajedrez Moderno", celebrado en Valencia en septiembre de 2009, de forma paralela, y en el mismo espacio físico, del match Karpov-Kasparov. Aquella mesa redonda la formaban tres insignes alemanes: Lothar Schmid (mis condolencias a su esposa Ingrid y su familia), Thomas Thomsen y Ulrich Schädler. Completábamos ese foro de reflexión los españoles José María Gutiérrez, Josep Alió y quien esto escribe, que actuó de moderador.

   Inicialmente la idea del premio —que según refiere Tolosa y Carreras el mismísimo Menéndez Pelayo, en una carta dirigida en a José Pin y Soler, animaba a su creación—, no integraba los contenidos de la mesa. Una vez más, eso sí, nos íbamos a limitar a admirar el hermoso antecedente, al parecer reducido a una evocación epistolar en 1899. Sin embargo, con tres insignes alemanes, expertos y reputados coleccionistas, o cuatro, si contamos con el espíritu del eminente Tassilo von der Lasa —el primero en propugnar la necesidad de buscar el libro de Vicent, y la importancia de la obra para la Historia del Ajedrez—, la ocasión parecía propicia. En una reunión de trabajo que tuvimos la mañana del 24 de septiembre, para preparar la sesión vespertina, y en presencia también de Yuri Averbakh —imbricado como pocos en restaurar la importancia del incunable valenciano; baste con recordar sus formidables trabajos al respecto de mediados de los 80—, propuse el asunto, y de forma unánime decidimos que la idea se daría a conocer en la Mesa Redonda y que además el premio llevaría, de manera justa, como homenaje, el nombre de Von der Lasa.

   Con los años, las dificultades que todos conocemos, en tiempos difíciles para la filantropía o el mecenazgo, iban retrasando la culminación del premio. Muy de tarde en tarde, con su habitual elegancia, Ulrich Schädler, entre otros, me preguntaban por el avance de las gestiones. Por mi parte, el compromiso adquirido ante la comunidad ajedrecística, ante la cultura española, en septiembre de 2009 se enclavaba en el lema pacta sunt servanda.

   Tengo que consignar que de forma espontánea, un grupo de amigos, cuyo archisenema común es la empatía, y su compromiso con la cultura, de forma espontánea y desinteresada, me comentaban, vistas las dificultades, que ellos querían, personalmente, apoyar el premio. Hablo de Rafael Solaz Albert, conocido autor y bibliófilo; su hijo Rafael Solaz Gallego, en cuya librería se alumbró el premio; Rafa Ferrando, astrónomo, algunos de cuyos hallazgos en las noches segorbinas, le han concedido el privilegiado de bautizar asteroides, rindiendo homenajes —él que en apariencia no es un ajedrecista—, al mundo del ajedrez (Asteroide Vicent; Asteroide Karpov). Mención aparte merece el apoyo de mis dos grandes amigos Josep Alió y Miquel Artigas; los tres ahora hemos unido nuestro destino con la obra común: Nuevo Ensayo de Bibliografía Española de Ajedrez (ROM Editors, Valencia, 2012). Dos prestigiosas asociaciones de coleccionistas nos han dado su respaldo, tan importante en ese premio; hablo de la Ken Whyld Association (KWA) y la Societat Bibliogràfica Valenciana Jerònima Galés.

     Cristóbal Grau, José A. Garzón y Francisco Tortajada
         Foto: Gentileza del diario VLC.Ciudad.com

    Con este equipaje, con estos amigos y el respaldo de los Ayuntamientos de Valencia y Segorbe —de forma expresa, mi agradecimiento a los concejales de ambos consistorios Cristóbal Grau y Francisco Tortajada —, nace el Premio Internacional “Von der Lasa”, una singular propuesta cultural, una iniciativa privada con el apoyo institucional, que pretende recuperar el primer tratado de ajedrez moderno publicado en el mundo, impreso en Valencia el 15 de mayo de 1495, por Lope de la Roca y Pere Trincher. Un proyecto del siglo XXI que nos traslada a los lejanos días de la Ilustración, en procura de recuperar una de las mayores joyas culturales españolas de todos los tiempos.

   Para concluir, quisiera subrayar algunos rasgos singulares del Premio. Las bases, muy detalladas, se han elaborado en tres idiomas: español, alemán e inglés. La cuantía del premio es de 18.000 €, y su vigencia se extiende hasta el 15 de mayo de 2015. El premio no persigue una quimera. Hoy sabemos con toda certeza que el librero de Barcelona Salvador Babra vendió un ejemplar del Vicent a un coleccionista americano en 1913.

   En la reciente obra, que arriba hemos mencionado, NEBEA, se aportan pruebas importantes relativas a la compraventa, acreditándose, al fin, la relación comercial, a través de diversas cartas, entre el famoso coleccionista J. G. White, de Cleveland, y el propio Salvador Babra.

   Es poco conocido, entre los estudiosos, que también lleva un siglo en paradero desconocido un manuscrito medieval (de la familia del Civis Bononiae) que todavía estaba en poder del misterioso librero Babra en 1912, según refiere Paluzíe. Eso nos había llevado a propugnar, desde hace años, que era preferible centrar la búsqueda en el manuscrito, y no en el libro que produce desazón a los bibliófilos desde finales del XVIII; es decir, el hallazgo del manuscrito conduciría al libro. En NEBEA —quiero pensar que por los criterios que los autores nos hemos autoimpuesto en la obra, pues todos los libros y manuscritos se estudian tras consulta directa con el original—, se ha localizado el manuscrito, hoy conservado en la Biblioteca Pública de Nueva de York, y las pesquisas nos conducen a otro egregio coleccionista americano Gustavus A. Pfeiffer (1872-1953), y a un posible cambio de manos del libro a mediados del siglo XX.

   Sirvan estas líneas como una demanda internacional de ayuda, rogando la difusión del premio, y confío en haber podido transmitir la importancia de recuperar no solo el primer libro técnico impreso en el mundo sobre ajedrez, más importante aún, hoy se sabe con certeza absoluta, la obra que divulgaba por todo el mundo el Axedres de la Dama, que había nacido en Valencia 20 años antes.

José A. Garzón.


Enlaces básicos:








Descargar  las bases del Premio (en español, inglés y alemán):